SANTO DOMINGO.– Los XXV Juegos Centroamericanos y del Caribe, que se celebrarán en Santo Domingo del 24 de julio al 8 de agosto de 2026, representan un desafío de gran envergadura para el movimiento deportivo de la República Dominicana en todas sus áreas.

Esta edición, además, marcará un hito histórico al conmemorarse el centenario del evento multideportivo más antiguo del continente.

Con la vista puesta en el desarrollo integral del deporte nacional, atletas, entrenadores, federaciones, organizadores y autoridades del deporte olímpico dominicano se preparan con entusiasmo y responsabilidad para asumir este compromiso regional.

Opiniones de federados

Diversos representantes de federaciones deportivas han expresado su sentir sobre la importancia y la magnitud de esta cita internacional.

José Mera, Federación de Tiro Deportivo:

“Estamos contando los meses y afinando cada detalle en nuestra preparación. Queremos ofrecer una actuación memorable y convertir estos Juegos en una vitrina del talento dominicano.

Tanto atletas como entrenadores estamos trabajando con total entrega para alcanzar el más alto nivel competitivo”.

Félix Payano, Federación de Vela:

“Los regatistas dominicanos conocen el reto que implica competir en casa. En los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Mar y Playa, celebrados en Santa Marta, Colombia, demostramos nuestro potencial al conquistar medallas de plata y bronce.

Ahora, queremos superar esas hazañas y dejar una huella imborrable en la bahía de Santo Domingo”.

José Luis Ramírez, Federación de Karate:

“Estos Juegos serán muy especiales para nuestra federación. Marcarán el retiro competitivo de María Dimitrova, la atleta más emblemática del karate caribeño.

Será un momento emotivo, pero confiamos en que María se despedirá a lo grande, reafirmando su reinado en la región y dejando un legado de excelencia”.

Un evento de gran magnitud

Se espera la participación de más de seis mil atletas de toda la región, quienes competirán en 40 disciplinas deportivas y 56 modalidades.

El país no solo aspira a ser un anfitrión de excelencia en términos logísticos y organizativos, sino también a lograr resultados competitivos destacados.

La celebración de estos Juegos representa una oportunidad única para consolidar el desarrollo del deporte nacional, fortalecer la infraestructura deportiva y proyectar al país como destino para eventos internacionales de primer nivel.